Autor: Carlos Valdelagua
Francisca, curandera orgullosa de serlo, no tiene reparos en vivir de la mendicidad, la mentira, y sus trucos de adivinación. Y aunque la Inquisición empieza a mostrar signos de decadencia, cualquiera como ella podría ser acusada de brujería.
Las calles de una época difícil han criado a una mujer fuerte y resistente, capaz de enfrentarse a cualquiera. Habla claro y fuerte ante quien sea, humilde o noble, e incluso ante el Santo Oficio si fuera necesario.
Su forma de hablar podría funcionar para alguien de alta cuna, pero una mendiga carece de protectores, amistades influyentes, o de cualquiera que pueda ayudarla ante la opresión. A pesar de todo, Francisca intenta ayudar a los demás sin tener en cuenta el riesgo. Pero, para ello, debe seguir con vida, y eso pasa por enfrentarse a acusaciones de magia y brujería y recurrir a cualquier cosa para ver un nuevo día.